miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pues no, no son de York los jamones...

Ni mucho menos... Yo que llevo dos meses soñando con un bocata jamón y ni de coña... aquí solo hay iglesias, murallas, frío y vikingos; sí, sí... muuchos vikingos.

Lo primero lo de siempre: madrugón que a las nueve sale el bus y en menos de una horita estás en York... Hace frío... pero a ver como lo diría yo para que nadie se moleste... Aquí el grajo ni vuela alto ni vuela bajo; vamos a ver... Se te hielan los gayumbos. Alucinante... Burgos es Torremolinos en Agosto comparado con esto. Tenemos las narices rojas como los borrachos y eso que vamos pertrechados como si fuésemos a Siberia pero !madre mía del amor hermoso! Cómo se nota aquí la rasca: por lo menos hay sol, que es un alivio.

 
Bueno, pues llegamos a la estación de autobuses que está compuesta de unas cuantas putas señales de autobús en medio de la calle y yastá... Espero que no tengamos problemas al volver porque las indicaciones son pésimas. Salimos del bus (ya os digo, en la puta calle) y seguimos la muralla que rodea a la ciudad a ver si vemos algún sitio por donde meternos. ¡Mira, un bujero! Pos pallá que vamos.

Salimos a una cuesta que cruza el río (enorme, como todos los de aquí) y seguimos la calle para terminar en la oficina de turismo donde por el módico precio de 50p (peniques en inglés, céntimos en español, reales para nuestros padres) nos dan un planito de la ciudad y las cuatro cositas que hay que ver. Estamos al lado de la Catedral así que vamos allá.

 
Antes de llegar pasamos por un monumento a los caídos en las guerras, que en estas islas se ven por todos lados. ¡Claro, han estado metidos en todos los fregaos desde hace años! La Catedral no es que sea grande, no... Es enooorme. Y muy chula: nos acercamos a ver al portero (sí hijo sí, hay un portero en cada puerta) y nos dice que la próxima visita es a la una así que hay tiempo para seguir viendo la ciudad. Pues hala, a perderse por las calles... Voy de visita a la Catedral porque Alberto (recuerdos majo!!!) un amigo de Vero (la de Manchester) nos dio entradas para la Catedral y el Parque de los Vikingos: estos guiris no son tontos, la entrada a los sitios es cara... pero te vale para todo un año!!! Así que si compras una entrada (como Alberto) se la puedes dar al siguiente que venga.

En York la piedra de los edificios ha desaparecido (bueno, no del todo) y en su lugar aparece la madera. Las típicas vigas enormes que se ven en muchas casas de pueblo en España asoman aquí por todos los rincones en incluso, algunas de ellas son enteras de madera. El barro y una apropiada pintura se encargan de terminar de decorar las casas aunque para ello, nada mejor que las flores: macetas por todos lados sugieren que este sitio se alimenta principalmente del turismo. Eso sí, en los bajos de las casas a pie de calle, un fast food alterna con una tiendita de artesanía.


Nos acercamos a Jorvik, el espectáculo del que tengo entrada (gracias de nuevo Alberto) y Sonia mientras se larga a dar una vuelta al shopping: jodo que truñoooooo... Pero ¿esto que es? Está lleno de críos y juguetitos por todos lados... ¿Estos son los vikingos? No hay más que una espadita y un esqueleto... Riiinggggg, llama Sonia... Que he visto que lo de Jorvik continúa al otro lado de la calle... Voy pallá: gracias chati!!! Esto es otra cosa. Ya parece una atracción turística en condiciones: bajas a un sótano y está todo lleno de hachas, piedras, cascos y demás movidas de los vikingos. Más esqueletos y miles de vitrinas con vídeos y objetos que explican el poblado de Jorvik. Que tú, querido lector, estarás poniendo cara de poker con esto que estoy contando: sintetizando, los vikingos llegaron a Inglaterra hace la gueva de años, se asentaron en el norte (pabajo no fueron porque los ingleses de antes eran muy raros) y crearon una ciudad enorme llamada Jorvik, que con el tiempo y el acento inglés terminó derivando en York. En el subsuelo de la ciudad todavía se encuentran los cimientos de las antiguas casas vikingas.


Está entretenido el chiringuito y ahora voy a coger un teleférico subterráneo que me va a pasear por la recreada aldea de Jorvik, mientras un tipo hablando en español me susurra al oido la vida vikinga. Dura unos diez minutitos y no está mal, solo para demostrar que estos guiris se han currado el paseito y que está ambientado sobre todo pa los críos.

Venga, pa fuera que Sonia debe estar esperando. Aquí está mi princesa!!! Ahora nos vamos a ver la torre Clifford. Es una torre no muy grande pero que está encima de una montañita y hace la pila años los judíos aguantaron allí la embestida de no sé qué rey.

 
Hala, corriendo para la Catedral que es la una y el portero tiene que estar abriendo. Pero antes, como siempre, la fast-food de rigor... que no se olvide. Pues aquí en la Catedral Sonia se vuelve a quedar fuera (pobrecita aunque ella no es mucho de esas cosas). Como dije antes, es enormeeee... con unas cristaleras supertoooochas, unas catacumbas e incluso un ascensor para acceder a la torre. No faltan los típicos obispos enterrados allí, el imponente órgano (el otro), la sala capitular (con sus hombres verdes) e incluso una cabeza de dragón que hacía las veces de grua. Tampoco falta la urnita para donaciones: estos es gratis chato, pero si echas unas monedillas... Me piro que me quieren cobrar.


Solo nos queda dar el típico paseito por las murallas antes de coger el bus: vamos pallá. Pasamos delante de un garito en el que te puedes hacer unas fotos con unos búhos o unos mochuelos y llegamos a una de las puertas de la muralla: la que antiguamente era la cárcel. Ahora, como todo, es una tienda de recuerdos. Subimos y desde la muralla se ven unas vistas superguapas de la ciudad. Caminito, fotitos de rigor y un frío de cohone que hay por aquí que estamos un poquito altitos y no nos tapa nada el frío serrano este. Como curiosidad, la muralla es de la época de los romanos: tela time (tiempo en español).

 
Bordeamos la muralla, en algunos tramos hay unas casitas pa flipar, siempre con la vista de la Catedral y encontramos la salida que lleva a la calle que nos conducirá a la estación de autobuses. Bueno, al palo que hace de parada en mitad de la puta calle. Bueno, a ver como se come esto. Sonia pregunta en la estación de trenes y le dicen que no hay estación de buses... El autobús llega y se coge en la parada correspondiente. ¿Y como sabemos nosotros cual es nuestra parada? Venga, a leer carteles. Por fin, llegamos a la conclusión que nuestro bus está en la parada "J" (aquí en UK las paradas tienen todas un nombre) y a esperar. Delante nuestra están los dos chavales que vinieron con nosotros en el autobús de la mañana: pa no perdernos hacemos lo que hagan ellos que son guiris... Ahí viene un bus a York! Pero no es el nuestro, este es de otra compañía distinta a la nuestra... pero los chavales de antes se suben ¿? Preguntemos al conductor: no, no aceptamos billetes sacados por Internet... Vamos no jodas (en inglés, le digo)... Bueno, bueno, entrad... Uyyyy que mala espina me da esto... Este bus no me suena: parece uno urbano y nada más, el conductor no nos deja pasar y luego sí, que no se aceptan billetes por Internet pero los venden... Hoy terminamos durmiendo en las mazmorras de Scotland Yard, fijo.

 
Tensión en el viaje, el bus empieza a parar en todos lados, los dos chavales de al lado ya empiezan a poner caras raras pero salimos a la highway (autopista aquí)... Salvadoooosssss... A casaaaa.... No, coge una desviación a un pueblito enano donde tiene pinta que rodaron "Un hombre lobo americano en Londres"... Mi querida Ana ya nos está buscando hoteles por el camino. Salimos del pueblo y damos mas vueltas qu el baúl de la Piquer :estamos conociendo Yorkshire a fondo... Otra vez la autopistaaaa.... A casaaaa... Y delante de nuestras narices nos cruza el autobús que teníamos que haber cogido en York; no hay mal que por bien no venga, Yorkshire es mu chulo de noche.

Y como muestra, las fotos de York. Seya mates (Nos vemos troncos, en madrileño)!!!!



http://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157637983029525/







 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Kirkstall Abbey

Después de dar tantas vueltas por los alrededores, hoy no nos queremos ir muy lejos de casita así que buscamos algo cercano. Tomás (¡esperamos que ya estés recuperado del todo!) nos ha comentado que a pocas paradas de bus de aquí hay una abadía del año la tos que merece la pena. Pues hala, cámara al hombro y pallá que vamos.

Cogemos el bus, el 33, y en cinco o seis paradas hemos llegado. La verdad es que no tiene pérdida y se reconoce muy fácilmente. Además, hoy parece que el día va a acompañar porque si bien está lloviendo a ratos, no parece que vaya a hacer mucho frío... lo cual es de agradecer porque la temperatura está bajando por momentos durante estos días.



No hay mucha tela que contar; bueno, sí que la hay. Es más un tema de estudiar. Digo esto (I say, in english) porque está llenito de carteles contando cómo era la vida en la época y cómo se construyó la abadía. Por lo visto, en el siglo XIII (13 en inglés) una panda de monjes cistercienses no tenían dónde vivir y decidieron construir aquí esta abadía. La empresa les llevó el resto de sus vidas y las de los monjes subsiguientes porque claro, de grúas andaban escasos y subir esos pedruscos hasta arriba era costoso... Si has leído o visto Los Pilares de la Tierra, sabrás como iba la cosa.


A la abadía se accede, como no, por la tienda de souvenirs... La auténtica espada de Ricardo Corazón de Leon, el verdadero arco de Robin Hood o la daga original de Ivanhoe son recuerdos interesantes y a buen precio. Por supuesto, piedras a montones... Me acerco, quito un trozo de aquí, otro de allá y los vendo... Negociazo!!! Nada más entrar, empiezas a respirar el ambiente del siglo XIII... porque das en lo que eran las letrinas, coño! Pero pasado esto, sales a un enorme patio desde donde los monjes podían dirigirse a todas partes: el matadero, la cocina, el claustro, el lavatorio y por supuesto, la capilla.

Ésta es impresionante. Parece una iglesia en sí misma: pero lo que más llama la atención es que durante siglos los parroquianos de las cercanías la usaban ¡como carretera! Sí, sí... el camino que llevaba a Leeds para poder vender sus bienes y enseres pasaba completamente por el centro de la iglesia. La verdad es que no me explico que hacían con el carro de bueyes lleno de trigo al llegar al altar mayor ¿Lo saltaban y salían por la vidiriera posterior? No hay un guía por aquí para que nos lo explique.


Una vueltecita por lo alrededores y llegas al rio, el mismo que pasa por Leeds, pero toda la mierda que lleva a su paso por la ciudad parece que ha desaparecido por aquí. Un remanso de paz y tranquilidad con sus banquitos para sentarse, sus arbolitos... Muy bucólico.


Enfrente de la abadía hay una serie de ruinas que no tengo ni idea de lo que eran y al otro lado de la carretera está el museo de la abadía que cosa extraña, hay que pagar. Por tanto, un besito en la frente a la taquillera y a ver la cafetería y la tienda de regalitos del museo. Poco más así que de vuelta a casa que hoy ha hecho la rubia judías... Meviaponer!!!!



Las fotos de rigor, como siempre:

http://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157636771673216/





domingo, 17 de noviembre de 2013

London Calling

Casi na... A London que queremos ir... Venga, vamo a prepará er viajesito... Baratito ¿eh? Que me han disho queso es mu caro... Uppps!!! Perdón por mi lenguaje... Es que creo que se me está pegando el acento de estos tipos... Voy a aclararme la voz: sorry...


Bien, pues os decía que Sonia y yo estábamos planificando el viaje... Ah, sí! El autobús, como siempre en la estación de autobuses, tempranito que son cuatro horitas y media de nada hasta llegar a London. Me llevaré la Play, el e-book, el Ipad, la PDA, el Ipod nano, la Nintendo, la Xbox, el Ipad maxi, qué bien me vendría el baúl de la piquer para estas ocasiones... Tiempos aquellos que te montabas en el autobús con los colegas y te recorrías toda la costa de Cádiz en una semana con dos gayumbos, el bañador, dos camisetas, las chanclas y un paquete de tabaco medio empezao... y no llevabas condones pero sabías que si triunfabas, se los tenías que pedir al Guapo. Si no triunfabas, te mamabas con el Gordo.... El hotel va a ser un Easyhotel que nos recomendó una queridísima amiga de aquí (un besazo Gara) aunque nos dijo que es un tanto curioso... Ya veremos.


Bueno, pues ya lo tenemos todo: y como esta semana estamos de vacas en el cole, estupendo!!! Vámonos pal bus. Es como siempre, largo, asientos estrechitos y sin guifi (aquí se dice guaifai). Espero que al hindú este que se ha sentao al lado no le canten mucho los pies porque los lleva con unas chanclas que le regaló Ghandi. Viaje tranquilito y ya estamos al ladito de Londres... Pero para llegar a la estación de autobuses nos tiramos toda una hora: que tráfico madre del amor hermoso... Parece un vídeo de esos que te mandan por guasap de la India, Indonesia o Pakistán... Mu fuerte!!!


Victoria Station, al fin!!! Vamos pabajo que el hindú se ha quitao los calcetines y esto huele como una perrera... Hiiiijo de mi vida, como te cantan... Seguro que si te los lavas descubres que tienes dedos. Pues ya estamos en la calle... con nuestra maletita y una sensación (aquí feeling) de ser Paco Martínez Soria... Me falta la gallina bajol brazo y los pantalones marrones de pana atados con una cuerda... Millones de personas y oye, una sensación de soledad, un abandono de uno mismo... Si no llega a estar Sonia todavía estoy allí mirando en lontananza, con la cara de Fernando Esteso...

Recuperado de la marabunta, nos vamos a buscar el hotel que está aquí cerquita. Como ya os dije, es uno de la cadena Easyhotel, la de los aviones: con lo que si sabes como son los aviones imagina los hoteles. Éste en concreto está muy bien para la relación calidad-precio y ya os digo, muy céntrico. Solo una cosita: menos detalles que el salpicadero de un Seat Panda. El mobiliario es una percha de tres ganchos en la pared y.... oh oh, si uno está de pie, el otro tiene que estar encima la cama o colgarse de la percha. Pero para pasar la noche te basta y te sobra, pero para nada más. El baño es una cabina enana: mientras cagas puedes ducharte al mismo tiempo, ya que no hay separación ni nada, tooooodo juntito, lástima del que se duche el segundo o quiere usar el retrete... porque por mucho que haya una cortinita pa no mojar el resto, no hace naaaa de naaaaa, acaba todo lleno agua. Como dijo nuestra amiga, curioso pero para pasar la noche más que suficiente.

Bueno, pues venga pa la calle que hay gusa y muchas cosas por ver. Salimos y decidimos que para hoy el recorrido es el Soho y Chinatown, dos barrios muy típicos de la ciudad. Mientras caminamos se me va pasando la sensación de abandono porque me siento como en la Gran Vía... Solo se oye hablar a los españoles... De vez en cuando un indio o un pakistaní, pero inglés aquí no habla ni Dios. Que barbaridad... Pues nada, paseando llegamos a la famosa plaza de Piccadilly. Que es famosa porque es famosa pero no tiene más que gente y más gente: un teatro, un cine, los anuncios que salen en las fotos y poco más. De aquí nos desviamos por una calle enorme que está llena de tiendas (aquí son stores o shops) de esas de la Milla de Oro: que precios madre del amor hermoso. Y que horteradas, todo sea dicho de paso.


Mola la calle porque está llena de carteles que anuncian un partido de fútbol americano aquí en London y para ello han puesto música... rara, pero música por toda la calle... Espera, pero esa música... No, creo que hay una charanga o algo así por aquí cerca... Anunciando el partido: ahora vendrán las majorettes y los jugadores de fútbol y la típica parafernalia americana... Ahí vienen, ya estan aquí... Coño, los Hare-Krishna... Con sus platillos y sus panderetas, vestidos de naranja como una chirigota: pero estos parece que se lo toman en serio. En España ya tendrían a toda la Gran Vía descojonandose de ellos... Aquí ni el Tato les presta atención. Curioso.

Y esta callecita que hay aquí es la que lleva al Soho; padentro. Tiendas fashion, vintage, retro y esas palabrejas de moda por todos lados. O sea... La ropa que nosotros no nos pondríamos ni pa ir a una fiesta de disfraces pero que si se la pone el famosete de turno que parte la pana: con decirte que por aquí debía comprar la ropa el pobre Tino Casal. Por cierto... ¿Se seguirá diciendo aquello de partir la pana en España?

El barrio está lleno de galerías y "Arcades" petao de tiendas de ropa y en una de ellas encontramos el camino a Chinatown... Nostao en China pero como sea parecido a esto va a ir Rita la Cantaora (¿Se sigue diciendo?) Esta lleno de restaurantes de colores chillones, un olor a comida superfuerte a todo tipo de fritos, especias... aquí la gente no se gasta ni un pavo, con oler ya se han alimentado para dos semanas. Los sabores prefiero no descubrirlos, y eso que he probao cosas que harían vomitar a una cabra pero esto es demasiado pa mí. Coño, miro a Sonia y está engordando por momentos sin haber catado nada! Vámonos de aquí antes de que empiece a rodar en vez de caminar.....



Calle abajo, salimos del Soho para llegar a ... jarrrr esto enorme, no se ni donde coño estamos ahora. De dónde sale tanta gente? es que regalan algo aquí? Será una manifa? Noooo es Charing Cross, el kilómetro cero de los guiris. Está anocheciendo, nos vamos abriendo paso como buenamente podemos entre tol tumulto de turistas que hay intentando sacar fotos a todos los monumentos como si se les fuera la vida en ello y pasamos por Trafalgar Square, Big Ben y el Parlamento para volver al hotel e irnos a cenar. Mañana será otro día y hemos quedado en Hyde Corner Park con un chaval para que nos enseñe la ciudad.

Hemos quedado en Hyde Park Corner con Jaime, responsable de la web www.paseandoporlondres.com. Va a ser nuestro guía durante toda la mañana. Allá vamos. Lo primero es lo primero: hay que saber dónde estamos así que nos metemos en Hyde Park para ver un plano del parque y parte de la ciudad. Es enormeeee... El Retiro pero a lo bestia! Salimos de aquí y nos dirigimos a Wellington Park para ver los monumentos a los Caídos en la guerra, a Wellington y su Arco. Anda coño, viene una calesa tirada con caballos. Jaime nos informa de que es normal: este Arco es paso de carros de caballos e incluso bajo él se pueden ver en la puerta unos hierros que sirven para que los caleseros se limpien la mierda de las botas.


Cruzando se llega a Green Park donde se empiezan a ver en el suelo dedicatorias a Lady Di. Aquí Diana de Gales es una semidiosa e incluso adelanta en popularidad a Carlos de Inglaterra, y no digamos al monstruo ese de la Camilla... Seguimos por Constitution Hill y llegamos a la Joya de la Corona Inglesa: Buckingham Palace y a Queen Victoria Memorial. Monumental. Esto es un palacio y lo demás son tonterías. Además, gracias a Jaime nos fijamos en la cantidad de símbolos y tonterías que están por toda la plaza y que representan algo. Barcos, banderas, puertas... Todo está puesto allí con un claro significado, del que no te entererarás en la vida sino vas con alguien que te lo diga. Aprovechamos para hacernos mil fotos aquí porque el día lo merece, está supersoleado y se está de lujo en la calle.

Desde aquí lo lógico sería ir por The Mall al meollo de la ciudad, pero nuestro experto guía nos anima a ir por St. Jame`s Park a descubrir los encantos de este sitio... Y los tiene... Vaya que si los tiene. Es precioso. Lleno de ardillas, patos, pájaros de todo tipo, gente haciendo deporte... Y verde, muuu verde. Cruzamos el lago para salir a The Mall y encontrarnos de frente con St. Jame`s Palace, residencia ocasional de la Reina. Bajamos The Mall, parada a ver a sus papás y  al Duque de York y terminamos en Admirally Arch: un sitio de narices! ¿Sabe alguien porqué?

De aquí a Trafalgar Square hay dos patadas. Toooma peña. Todos los ingleses del mundo están aquí: en vez de tomar fotos nos tendremos que comprar postales. En fin: Soni, mete dos patás a los guiris que vamos a hacernos fotos. Guapos estamos coñe!!! Creo que todos sabéis lo que hay por aquí: la columna a Nelson, la National Gallery y ahora han puesto ¡un gallo azul! para rendir homenaje a los franceses que por una vez en la historia nos están a hostias con ellos.

Nos vamos de Trafalgar Square aprovechando la marea humana que va hacia el Parlamento y el Big Ben. Mola porque es como si te llevaran los japoneses encima: casi no hace falta andar. De camino nos detenemos en una bus station para contemplar los antiguos autobuses de dos pisos: los Decker de toda la vida. La línea 9 los conserva todavía... Es cierto que están viejos aunque restaurados y seguro que contaminan y todo eso, pero le dan a London otro aspecto que no tendría sin ellos. Enfrente, la antigua sede de Scotland Yard.


Pasamos por delante del Museo de la Caballería con su mancha negra en el reloj (a ver si alguien me dice el porqué), de la esquina donde decapitaron a Carlos I, del monumento a las mujeres de la Segunda Guerra Mundial, del 10 de Downing Street con sus ínclitos vecinos, del Imperial War Museum desembocamos en Parliament Square. Aquí está tol cotarro de Londres. El Big Ben, el Parlamento y la Abadía de Westminster. Me tiraría horas explicando cada cosa (gracias a las enseñanzas de Jaime) pero no es lo que toca y ya lo sabréis cunado vayáis a esta ciudad. Solo deciros que para enseñarnos algo del Big Ben, Jaime se sacó de la mochila un peaso plano de flipar que lo explicaba por entero... Creía que luego sacaba el Marca pero me quedé con las ganas...


Cruzamos al Westminter Bridge para ver las sombras tan "originales" que se forman en un día soleado, hacernos unas fotos y despedirnos de Jaime. ¡Gracias tío, ha sido una experiencia esta mañana contigo! Te aseguro que hablaremos de ti en nuestro blog. Adiós!!!

Para esta tarde toca el distrito financiero, St. Paul`s Cathedral y un recorrido por el río para llegar a la Torre de Londres y a Tower Bridge, iconos también de la ciudad. St. Paul`s es la catedral de la ciudad y para ellos es como la de Santiago para nosotros. Vamos padentro! Vienen ustedes al servicio? Pues muchas ganas de mear no llevamos pero mira, un pis a tiempo y luego no te pilla en la calle. Venga, pasen. Sientense aquí. Joder que raro... ¿no íbamos a mear? Aquí tienen su cancionero. ¿Mean cantando? ¿O cantan meando? No veo orinal... Llega un menda y se pone a hablar en el altar... Coñoooo... a que "service" significa "misa" en inglés? Soni, levanta lenta y discretamente y vámonos... Soni, Soni... Soniiiiiiiaaaa... ¡No vayas a la luz! La veo que está a punto de meterse por una puerta que había dicho el menda del altar que iban a cerrar durante una hora para poder dar el servicio y no se podría salir de ahí... Soniaaa, sal de ahííííííí... Decididamente, ya mearemos en un pub.
Salimos de St. Paul`s y seguimos la corriente del río para llegar a la Torre de Londres y su respectivo puente. Está muy chulo y nos quedan fotos muy guapas, pero casi no podemos quedarnos aquí porque hemos quedado con Mario para tomar una cerveza. Nos volvemos a la zona del hotel pero como no tenemos ni idea de usar los autobuses tenemos que volver a St. Paul`s andando y allí coger el bus que nos trajo. Nos duele todo.














 
 

A la mañana siguiente, la rubia me lleva a un sitio muy pintoresco: Candem Town. Es como el Rastro... de grande y porque te puedes encontrar que te venden ¡¡¡hasta un caballo!!! Las tiendas en la calle tienen una decoración muy original: si venden zapatos, una pedazo de zapatilla enorme estampada contra la fachada, si vendes sillas, pues una silla, si vendes condones... no vi tiendas de esas, listo!!! Nos pasamos toda la mañana recorriendo el mercado, sus subterráneos, sus terrazas y aprovechamos para comer por el canal que hay allí. Además el tiempo (weather aquí) está siendo cojonudo y apetece comer fast-food en la calle. Me inclino por comida típica argentina: un trozo de carne duro como el plomo con ensalada. La verdad es que lo que no encuentres en este sitio no lo encuentras en ningún lugar del mundo...



 






Antes de volver al hotel, nos pasamos por Notting Hill a ver si vemos a la Julia Roberts pero no aparece por ningún lado. Es un barrio tranquilito pero no demasiado bonito así que nos paramos a tomar un cafelito y seguimos camino en metro. Paramos en el Museo de Historia Natural, El Royal Albert Hall y vuelta por Hyde Park para ver el Princess Diana Memorial Playground y los millones de patos y patas que hay por allí. Anda que bonito, un patito detrás de otro para meterse en el agua: parece la cola del paro. Bueno, vamos pal hotel que hemos quedado con Rafa para cenar en un italiano.


Hoy hemos cogido un abono para todo el día de metro con lo que te ahorras una buena pasta. El metro está medioasqueroso pero pasa uno cada treinta segundo con lo que llegas al otro extremo de la ciudad en menos que canta un gallo: siempre que no tengas que hacer transbordos claro,porque pueden ser enormes.

Para hoy nos toca poca cosa porque nos volvemos a Leeds así que vamos a intentar cambiar el billete: bien, no hay problema... siempre que paguemos 20 libras de más claro, porque al sacarlo por Internet es más barato y al cambiarlo por ventanilla hay que pagar la diferencia. Pues dejamos las maletas en consigna y nos damos otro paseito por la city, que eso es muucha pasta. Nos vamos un ratito al Golden Eye, lo que nos queda del Centro y al volver por Victoria la Westminster Cathedral. Recogemos las maletitas y nos montamos en el bus que nos lleva a casa... Suerte, el pakistaní de los pies fétidos se ha quedado en Londres.

Como muestra de que hemos estado en London, aquí tenéis todoas las fotos de nuestro recorrido. Hasta la próxima!!!

http://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157636425993995/

jueves, 31 de octubre de 2013

Y aquí cardaban la lana...

Anoche en el pub, mientras tomábamos una cervecita, una mujer con tres "Scotchs" de más se enamoró de mí y cuando se enteró de que era español se le ablandó la palabra... Y como la ocasión la pintan calva, me puse a hablar con ella y su colega, que llevaba el mismo pedo... pero de Guinnes.

Y ¡oh, sorpresa...! Por fin se me han abierto las orejas... No se como pero la entendí casi todo lo que podían decir la colega y su pedo. Y a su amigo también: conclusión, cuando se maman, se les entiende con relativa facilidad. Debe ser que como a nosotros, se les ralentiza el habla cuando se beben hasta el agua de los floreros. Y nos contó, porque en ese momento también estaba Sonia aguantando al borracho (más que al borracho, a su halitosis!!), que al día siguiente había un mercadillo de objetos artesanales en el Museo Industrial de Leeds. Además, para nuestra fortuna, estaba cerquita de casa así que al día siguiente, pallá que nos fuimos.

 
Cogimos el 33, Kirkstall Road pabajo y en Armley Mills en few seconds. Luego hay que subir una cuesta muy larga que da mala espina porque no hay ni Cristo y los coches bajan mangaos... Te pilla un preto de estos, te viola, te tira al río o te deja debajo del puente y eres historia: trabajo para Scotland Yard. Pero como no bajó nadie raro llegamos a la cima de la colina y ahí estaba la entrada de nuestro queridísimo museo. Nada más llegar, dos prendas vestíos de gilipollas del siglo XVII (tipo... como te diría yo... pues eso, de gilipollas) nos reciben y nos cuentan nosequeleches con el acento típico de aquí, así que no les entendemos ni una puta palabra y nos metemos dentro.


Los museos en Inglaterra son free, la inmensa mayoría, pero en la puerta hay una urna para que dejes la voluntad y además aconsejan cuanto debes echar: en este caso, aconsejan tres pounds por cabeza. Echamos una monedita de dos peniques y padentro.

 
Dentro hay todavía más miles de gilipollas: Robin Hood, Ivanhoe, uno vestido de... de gilipollas, una vestida de pirata... cosas así y resulta que son los tenderos del mercadillo que os he contado que había dentro. Cada uno vende las mierdas que se ha encontrado en la buhardilla de la casa de su abuelo: gafas rotas, sellos, bastones... gilipolleces y basura. Pero otros venden objetos artesanales e incluso alguno es chulo: pendientes, sortijas, collares, pañuelos, camisetas... Como el Rastro de Madrid, pero sin chorizos y con gilipollas.

Así que además del museo, podemos ver las tiendecitas... El museo, que es a lo que vamos, es un viejo molino enorme del año de Maricastaña que es el que usaban para cardar la lana: el agua del río movía el molino que a su vez movía las máquinas para cardar la lana... A todo esto, en mi vida he sabido que es cardar la lana, ni para que servía ¿Se sigue haciendo ahora? ¿La lana de la tienda está cardada? ¿Te la tienes que cardar tu en casa? ¿Se pueden cardar las anchoas? Misterios inexplicables...


Pues eso, en el interior, entre tanto gilipollas vendiendo mierda, están las máquinas que os digo. De vez en cuando alguna se pone en funcionamiento porque hay un menda por allí que espera a que pases para que veas como funcionaban en la antiguedad. Y venga a ver máquinas, y más máquinas... y telares... y más telares... y a bajar al molino, y a salir del molino... y más telares... y más gilipollas... Total: que al cabo de una media hora has visto más telares que en toda tu vida junta. Pero de repente, cambia el panorama y aparece la sección dedicada al cine ¿Pero no estábamos en un molino dedicado a la lana? Sí, pero como el cine es una industria y les deben sobrar algunas cámaras pues las plantaron aquí... Y empieza a cambiar el panorama: relojes, teléfonos, tractores... De todo un poco.

 

En conclusión, está vetusto pero interesante. No es para tirarte toda la mañana pero sí para echar allí un ratito y dar un paseito por los jardines porque, como siempre, tienen paburrir. Y para no variar, el río lleva más mierda que el Ganges.


Aquí os dejo las fotos de rigor.

http://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157636256375666/

Nos vamos pa casa que hay que sacar los billetes pal próximo lunes que estamos de vacas y nos vamos a Londooooon!!!!





miércoles, 30 de octubre de 2013

Creo que no he visto ni un lindo gatito...

Hoy os voy a hablar de una curiosidad que he notado por aquí que seguramente sea una gilipollez pero a nosotros nos ha llamado mucho la atención.

Pues resulta que cuando vas al supermercado, sea el que sea, e incluso a las tiendas de "todo a Libra" (los chinos de España), te encuentras con inmensos pasillos dedicados a las mascotas... Pero chorradas de todo tipo: collares, comida, alpiste... De todo. E incluso existen todo tipo de movidas para los pajaritos de la calle: que si casitas, que si bolitas con grano, que si cascabeles... Bueno, de todo para todos...

Y yo me pregunto... ¿pero dónde leche están esos bichos? Entiendo que los pajaritos y los periquitos estén en casita en su jaulita y no salgan a la calle... OK. Entiendo que lo mismo le pase a los ratoncitos y a los cobayas (que aquí les llaman cerditos de Guinea, ojito el nombre) y a las tortugas y lagartos... Pero coño, llevamos dos meses aquí y no hemos visto ni un perro por la calle: ni con dueño ni callejero... Y no te digo nada de los gatos: menos todavía... Y con toa la mierda que hay por el suelo, esto debería estar lleno de gatos... pero chico, ni uno.

¿Tendrá esto algo que ver esta psicosis animaloide con la cantidad de restaurantes de Fast Food que hay? Ahí dejo la pregunta... De momento, Sonia y yo hemos dejado de ir al McDonald's a comer...

miércoles, 23 de octubre de 2013

Una excursión con el cole... Que ilu!!!

Para hoy viernes Shandy, la profesora, nos ha propuesto un juego. Hemos ido todos juntos al centro de la ciudad, a un hotel enorme que hay en City Square. Allí nos han dado a cada uno las notas de este mes: yo, progreso adecuadamente... No se si se las tengo que devolver firmadas por mi padre, lo tendré que preguntar.

Hoy viene también Peter, un profe del cole que ha nacido aquí pero que desde pequeño ha aprendido a vocalizar y a hablar correctamente y ha perdido el acento gallego-onubense típico de esta zona: se le entiende medio bien. Pues resulta que el amigo Peter nos ha preparado una especia de ginkana: tenemos que ir descubriendo por toda la ciudad los retos que nos ha propuesto y para ello tenemos que ir preguntando a la gente, buscando sitios, entrando a edificios... Interesante. Para hacerlo más divertido nos hemos dividido en dos equipos: yo, Juan Manuel, el Dr. Saleh, Abdulgasim y un moro que acaba de aterrizar de la luna y que no he visto en la vida.

El primer reto consiste en adivinar a quien representa la estatua que hay en mitad de la plaza. Se trata del Príncipe Negro (toma mote del colega) que en realidad se llamaba Eduardo de Woodstock. Fue el héroe de la Batalla de Poitiers contra los gabachos.Detrás de él hay unas estatuas de unos tipos de las que también tenemos que tomar nota. Al ladito justo, en la puerta de un edificio enorme hay un montón de palomas de piedra... Hala! a contar a las palomas.


Salimos de la plaza y subimos por una calle para encontrarnos una escultura abstracta de un caballo; morito, apunta que nos adelantan. Torcemos por donde el caballo y nos metemos en la zona peatonal de la ciudad. En una de las Arcadas (nada que ver con las nuestras) o galerías comerciales cubiertas típicas de aquí, hay un reloj. La siguiente pregunta consta en saber quienes son los personajes que aparecen en el reloj: ¡Ivanhoe y sus colegas!


Ahora corriendo pal mercado que hay un reloj y hay que adivinar porqué está allí... ¿Por qué coño va a ser? Pa indicar la hora... Pues vaya, resulta que lo pusieron ahí los de M&S para conmemorar el centenario de su primera tienda; porque resulta que la cadena de M&S nació aquí, en Leeds. Le hemos preguntado al señor que está en la tienda y nos lo ha explicado: el hombre lleva aquí casi los mismos años que la tienda.


Salimos del mercado y nos vamos corriendo al Corn Exchange: es el antiguo almacén de grano, lana y demás pero ahora en la actualidad es como un centro comercial. Aquí tenemos que descubrir un escudo y comprobar que animales son los que hay en él: un cordero degollao y búhos, como no... Y digo esto porque en esta ciudad hay búhos por todos lados: por lo visto, hace ochocientos años, un tipo de estas tierras, un tal Saville, tenía como escudo heráldico un búho y parece que por ahí viene la historia.

El último escollo es una casita que hay cerca del río: resulta que era un molino de hace tropecientos años y que ahora es un hotelito muy mono y un restaurante con muy buena pinta... Apuntao queda. Salimos del molino y nos vamos al puente que nos une con la zona nueva de Brewery Wharf donde concluye la excursión del cole.


Y mira, hemos llegado los primeroooossss!!! Tomaaaaaa!!! Y eso que teníamos en el equipo al morito venío de la luna que lo único que ha hecho ha sido pasearse por la ciudad: le ha faltao comprarse un helao. Y ahora en un ratito, vendrán Sonia y su grupo... O dentro de un rato... O ahora mismo... O donde están? O donde coño se han metio? Meeedia vuelta a buscarles, hasta el Corn Exchange. Shandy se adelanta para ver si los ve... y tampoco vuelve. ¿Se está tragando esta ciudad a la gente? Esto empieza a dar mieditoorrr... Abdulgasim va a buscar a Shandy, y Shandy aparece por la esquina... Y que se pierda Abdulgasim es problemático porque si le ves puede aparecer en el Magreb, distraido y tranquilito que va el colega... Mira, llaman los perdidos: que están el el Museo de las Armas... Pues quietecitos allí que vamos pallá.


El Royal Armories Museum está dedicada a las armas de todo tipo y de todas las épocas: te encuentras desde pipas, fuscos y bardeos hasta elefantes que se usaron en la India... que ya me dirás tú quien va con un elefante a atracar un banco en estos tiempos: están locos estos guiris!!! La verdad es que está muy chulo. Nos tomamos un cafelito en el bar, comentamos el día y esperamos a que escampe que ha empezado a llover... Que raro... No creo yo que llueva mucho por estas tierras... En cuanto escampe, nos vamos a casita.


Corcho, me olvidaba las fotos...

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