Hoy es domingo y misteriosamente, luce el Sol!!! Como no tenemos ningún plan para hoy, nos buscamos algo... ¿Qué hacemos? Hemos ido a todos los sitios posibles de Leeds... ¿Todos? Nos queda el museo: pues allá vamos.
Se encuentra detrás del Town Hall y al lado del Civic Hall. No es que sea gran cosa pero como es gratuito y está cerquita de casa, pues merece la pena.
Tiene tres plantas: en la de abajo hay animales y bichos pa aburrir: leones, tigres, almejas enormes... De todo. Además cuenta con numerosos cachivaches para niños que se entretienen haciendo experimentos: magnetismo y cosas así. Mola, está curioso y para los niños está entretenido.
En la siguiente planta está la típica tienda de regalitos, el Hall de entrada y otra sala llena de estatuas. Como estos guiris se han dedicado a saquear yacimientos arqueológicos por todos lados pues en todas las ciudades hay estatuas griegas, egipcias, romanas y lo que les de la gana.
Y en la última planta están las momias... Sí, sí...Momias. Ya digo que estos prendas han estado robando por todo el mundo, pues aquí sobran las momias... Eso sí, no se pueden hacer fotos... Jijijiii
Detrás de las momias está lo que me parece más chulo del museo... Es una exposición de la ciudad de Leeds desde el año de Maricastaña hasta la actualidad: los primeros asentamientos, guerras, revolución industrial, personajes famosos... Es lo más chulo el museo.
Pero como ya he dicho es pequeñito así que en una horita te lo has visto: merece la pena gastar un ratito aquí y además, aprendes un poquito de la historia de la ciudad. Recomendable para una visita de fin de semana. Ahora nosotros nos vamos a mojar el gaznate con una Tetley's fresquita que hoy hace calor. Hasta la próxima entrada!!!
domingo, 16 de febrero de 2014
sábado, 15 de febrero de 2014
La fiesta del cole
Por fin, ya está aquí la fiesta de Navidad del cole. Desde que compramos las entradas allá por Octubre, llevamos esperando este día y por fin ha llegado. Después de clase, nos vamos a nosedonde que nos invitan a comer y a hacer una fiestecilla.
Desde recepción nos piden un taxi y nos montamos Carlos, el profe madrileño, Montse, una malagueña con toa la grasia y nosotros dos. Allí nos esperan Abdullah, Abrar y el resto de los compis de clase.
El sarao se celebra en una logia... ¿Y que leches es una logia? Pues es como un club de caballeros; tipo esos de Phileas Fog de la Vuelta al Mundo en 80 días. Antiguamente no se admitían mujeres (tipos inteligentes estos logios) pero ahora entra to Cristo; eso sí, como socias, no. Y la logia es una casona enorme, del siglo XIX o por ahí, llena de cuadros imponentes de tíos bigotudos, con su bar, sus escaleras enormes para subir a la planta superior y dos bigotudos con frac sentados en dos sofás a la entrada del salón. Detrás de ellos, está nuestra sala así que nos metemos pallá.
Vaya, parece que ha llegado casi todo el mundo... Nos hacemos con una mesa al final de la sala, cerca del piano (espero que no venga ningún friki a querer tocarlo... coño, ahí viene el primero) ¿Y ahora que hay que hacer? Andy y Allister, los managers de la escuela cogen las riendas del cotarro... y el micrófono: primero van las chicas a jalar y luego los chicos a papear. Pues nada, la rubia, Abrar, Montse y las demás se van pallá mientras Abdullah y yo esperamos que vuelvan. A ver que traen... Coño, si todo es vegetariano... Será porque son pibas: ahora vamos nosotros a ver que hay...
Pues lo que hay es un millón de buitres: madre del amor hermoso... Parece una boda de pueblo: codazos, empujones... se nota que no hay ni un solo inglés en la cola. Cuando nos toca, nos llevamos una ligera decepción: todo es vegetariano; rico sí, pero vegetariano... No es lo mismo... Y como en la escuela el 90% de los alumnos son árabes, pues cerdo ni catarlo... Total, no pasa nada porque por aquí los únicos ibéricos que hay somos nosotros... Ni lomo ni jamón.
Nos volvemos a la mesa a jalar y resulta que viene... Papá Noel!!! Allister se ha disfrazado y el resultado es un poco... grotesco diría yo. Empieza a dar regalos: al mejor estudiante del mes, al que más homework (deberes en español) ha hecho, al más pelota, al que más paga... Lo normal. Carlos, nuestro compi español, se lleva un premio al más aplicado... A nosotros, ni agua.
Pasado este trago y ya con el papeo en la tripa, llego el momento del bingo: esto es muuuu friki, tronco... Andy empieza a sacar bolas que en vez de tener un número tienen un dibujito relativo a la Navidad (un trineo, muérdago, un reno...) para así practicar inglés. Los alumnos tenemos una cartulina con esos dibujitos y, como en un bingo normal, si sale un dibujo que tenemos lo tachamos hasta completar la línea y el bingo. Lo mejor de todo es explicárselo a los árabes que no han visto esto en su vida: ponen una cara de flipaos...
Y cunado se termina el bingo y ya parece que no se puede ser más estrafalario... Se consigueeeee... Se retiran las mesas, nos quitan las sillas y las colocan todas en círculos de tal manera que cada uno se sienta en una: Abdullah y yo juntos y viendo el tinglao no podemos parar de descojonarnos. Vamos a jugar a las sillas musicales... Como cuando teníamos diez años... Esto es demasiado... Sonia tiene una cara al otro extremo de la sala que si se para la música y le toca a ella el paquete que va rulando es capaz de comerse al pianista. Detrás nuestra, Chris y Shandy no paran de reírse... No es para menos: el espectáculo es de risa...
Pero gracias a Dios, todo tiene su fin así que a las cinco de la tarde, la logia decide que ya hemos pagado suficiente y se cierra el chiringuito. Besos a los logios, a los amigos y cogemos el autobús de vuelta a casa... aunque antes habrá que pasar por el Sansbury's que no hay nada pa cenar y con lo que hemos comido... Toi canino.
Por cierto... hoy no hay fotos... La logia requisa las cámaras.
Desde recepción nos piden un taxi y nos montamos Carlos, el profe madrileño, Montse, una malagueña con toa la grasia y nosotros dos. Allí nos esperan Abdullah, Abrar y el resto de los compis de clase.
El sarao se celebra en una logia... ¿Y que leches es una logia? Pues es como un club de caballeros; tipo esos de Phileas Fog de la Vuelta al Mundo en 80 días. Antiguamente no se admitían mujeres (tipos inteligentes estos logios) pero ahora entra to Cristo; eso sí, como socias, no. Y la logia es una casona enorme, del siglo XIX o por ahí, llena de cuadros imponentes de tíos bigotudos, con su bar, sus escaleras enormes para subir a la planta superior y dos bigotudos con frac sentados en dos sofás a la entrada del salón. Detrás de ellos, está nuestra sala así que nos metemos pallá.
Vaya, parece que ha llegado casi todo el mundo... Nos hacemos con una mesa al final de la sala, cerca del piano (espero que no venga ningún friki a querer tocarlo... coño, ahí viene el primero) ¿Y ahora que hay que hacer? Andy y Allister, los managers de la escuela cogen las riendas del cotarro... y el micrófono: primero van las chicas a jalar y luego los chicos a papear. Pues nada, la rubia, Abrar, Montse y las demás se van pallá mientras Abdullah y yo esperamos que vuelvan. A ver que traen... Coño, si todo es vegetariano... Será porque son pibas: ahora vamos nosotros a ver que hay...
Pues lo que hay es un millón de buitres: madre del amor hermoso... Parece una boda de pueblo: codazos, empujones... se nota que no hay ni un solo inglés en la cola. Cuando nos toca, nos llevamos una ligera decepción: todo es vegetariano; rico sí, pero vegetariano... No es lo mismo... Y como en la escuela el 90% de los alumnos son árabes, pues cerdo ni catarlo... Total, no pasa nada porque por aquí los únicos ibéricos que hay somos nosotros... Ni lomo ni jamón.
Nos volvemos a la mesa a jalar y resulta que viene... Papá Noel!!! Allister se ha disfrazado y el resultado es un poco... grotesco diría yo. Empieza a dar regalos: al mejor estudiante del mes, al que más homework (deberes en español) ha hecho, al más pelota, al que más paga... Lo normal. Carlos, nuestro compi español, se lleva un premio al más aplicado... A nosotros, ni agua.
Pasado este trago y ya con el papeo en la tripa, llego el momento del bingo: esto es muuuu friki, tronco... Andy empieza a sacar bolas que en vez de tener un número tienen un dibujito relativo a la Navidad (un trineo, muérdago, un reno...) para así practicar inglés. Los alumnos tenemos una cartulina con esos dibujitos y, como en un bingo normal, si sale un dibujo que tenemos lo tachamos hasta completar la línea y el bingo. Lo mejor de todo es explicárselo a los árabes que no han visto esto en su vida: ponen una cara de flipaos...
Y cunado se termina el bingo y ya parece que no se puede ser más estrafalario... Se consigueeeee... Se retiran las mesas, nos quitan las sillas y las colocan todas en círculos de tal manera que cada uno se sienta en una: Abdullah y yo juntos y viendo el tinglao no podemos parar de descojonarnos. Vamos a jugar a las sillas musicales... Como cuando teníamos diez años... Esto es demasiado... Sonia tiene una cara al otro extremo de la sala que si se para la música y le toca a ella el paquete que va rulando es capaz de comerse al pianista. Detrás nuestra, Chris y Shandy no paran de reírse... No es para menos: el espectáculo es de risa...
Pero gracias a Dios, todo tiene su fin así que a las cinco de la tarde, la logia decide que ya hemos pagado suficiente y se cierra el chiringuito. Besos a los logios, a los amigos y cogemos el autobús de vuelta a casa... aunque antes habrá que pasar por el Sansbury's que no hay nada pa cenar y con lo que hemos comido... Toi canino.
Por cierto... hoy no hay fotos... La logia requisa las cámaras.

viernes, 14 de febrero de 2014
Ladies and Gentlemen... The Beatles!!!!
En Liverpool hay dos cosas que tienen locos a sus habitantes: el fútbol y la música... aparte de la birra, claro. Y en este campo destacan el Liverpool FC y, como no, los Beatles. En ambos casos, estamos hablando de palabras mayores y aquí son semidioses: se nota en toda la ciudad (city, en inglés).
Como siempre, tempranito en la estación de autobuses para coger el National Express y en un par de horitas... en Liverpool. Si Gran Bretaña es fresquita, pues hoy aquí hace un frio de los del grajo... Pa fliparla... Como vea hoy un solo guiri en chanclas le reviento la cara de un guantazo... Que barbaridad; pa la próxima, los calzoncillos largos de franela!!!
El coach (buseto en español) te deja en Lime Street Station, a dos pasitos de la Plaza de Nelson, el típico monumento a los caídos, el Empire Theatre y el enorme pirulí de la radio. Bajamos hacia el mar y nos topamos con el típico mercadillo navideño llenito de renos, regalitos, papanoeles y demás... Joder... tengo los toes (dedos de los pies) hinchaos como los de Shrek, que frío coño!!!
Seguimos bajando hacia el mar y pasando por la zona comercial de la ciudad, caminito del más mítico garito del mundo: el Cavern. Si no eres muy fanático de los Beatles, aquí se te quita la tontería porque lo tienen todo de tal manera que te terminan gustando. Y si lo eres, este es tu sitio, machote. Desde el primer diente de Ringo hasta la púa de la guitarra de John... todos los fetiches de ellos están aquí. Y por supuesto, te puedes tomar una cervecita o sentarte a escuchar al grupo que está tocando en ese momento. Por las paredes, miles de fotos de músicos famosos... desde Bruce hasta Carmen de Mairena... No, esta no. Me pasao.
Salimos, una foto con John y camino del puerto por la Water Street. Pasamos por delante del Ayuntamiento (pequeño pero coqueto) y llegamos. La verdad es que parece de todo menos un puerto: no hay ni un barquito, ni pesquero, ni de recreo ni na... Pero está lleno de estatuas (Eduardo VII), museos (el de Liverpool, el de los Beatles...) y hoteles... Ah, sí! al fondo hay unos barquitos... Y detrás se ven un par de palacetes que molan mogollón.
En el museo de los Beatles, como es lógico, te encuentras cualquier cosa de.... Elvis Presley: sí, a mí se me quedó la misma cara que a ti. Mira que me gusta poco el de Memphis pero es que había una exposición de la relación entre Elvis y los Beatles... que digo yo dónde está la relación, que los dos cantaban en inglés y poco más. Hay una foto que mola, todos los fans de ellos en la calle Headrow, que es la Gran vía de Leeds.
Bueno, seguimos palante al Albert Dock y a la Galería Tate. El edificio es muy antiguo, probablemente una antigua lonja de pescadores o un almacén. A lo lejos, la gente nos saluda desde una pedazo de noria gigante... no es la de Londres pero no desmerece. Pasamos al lado del museo marítimo de Merseyside (que es el nombre del condado donde está Liverpool) y nos volvemos al meollo de la ciudad.
Hosti tuuuu!!! Están jugando el Everton y el Liverpool, hay un garito llenito de gente viendo el partido: que ganas de meterme dentro con una pinta y animar a los de Anfield. Aquí los partidos en los garitos son... diría distintos, porque te esperas que la banda esté to chuzos y tiraos encima de las mesas, tirando vasos y gritando... y todo lo contrario. Ni animan ni leches: debe ser dentro del campo porque fuera... solo gritan cuando hay un gol o una ocasión clara... Eso sí, te dejan sordo como una tapia. Y de esas boquitas salen unos olores que ríete tú de la cueva de un oso... Madre que horror!!!
Camino a la Cathedral pasamos por el Barrio Chino, el Chinatown vamos, con su entrada en forma de arco chino como en tooodas las ciudades que hemos visitado. Los amarillos están por tos laos. Y por fin llegamos a la última escala de nuestra visita: la Catedral. Tocha, austera y pelín hortera. Vamos, que las nuestras le dan mil vueltas pero entramos a ver... Madre mía con el merchandising (merchandaising en español)... Aquí te venden hasta el cura, que pasada. Venga, dos avemarías rápidos que se va el bus.
Bueno, aquí queda el testimonio de que hemos estado en Liverpool:
https://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157637984546586/
Hasta el próximo viaje, amigos!
Como siempre, tempranito en la estación de autobuses para coger el National Express y en un par de horitas... en Liverpool. Si Gran Bretaña es fresquita, pues hoy aquí hace un frio de los del grajo... Pa fliparla... Como vea hoy un solo guiri en chanclas le reviento la cara de un guantazo... Que barbaridad; pa la próxima, los calzoncillos largos de franela!!!
El coach (buseto en español) te deja en Lime Street Station, a dos pasitos de la Plaza de Nelson, el típico monumento a los caídos, el Empire Theatre y el enorme pirulí de la radio. Bajamos hacia el mar y nos topamos con el típico mercadillo navideño llenito de renos, regalitos, papanoeles y demás... Joder... tengo los toes (dedos de los pies) hinchaos como los de Shrek, que frío coño!!!
Seguimos bajando hacia el mar y pasando por la zona comercial de la ciudad, caminito del más mítico garito del mundo: el Cavern. Si no eres muy fanático de los Beatles, aquí se te quita la tontería porque lo tienen todo de tal manera que te terminan gustando. Y si lo eres, este es tu sitio, machote. Desde el primer diente de Ringo hasta la púa de la guitarra de John... todos los fetiches de ellos están aquí. Y por supuesto, te puedes tomar una cervecita o sentarte a escuchar al grupo que está tocando en ese momento. Por las paredes, miles de fotos de músicos famosos... desde Bruce hasta Carmen de Mairena... No, esta no. Me pasao.
Salimos, una foto con John y camino del puerto por la Water Street. Pasamos por delante del Ayuntamiento (pequeño pero coqueto) y llegamos. La verdad es que parece de todo menos un puerto: no hay ni un barquito, ni pesquero, ni de recreo ni na... Pero está lleno de estatuas (Eduardo VII), museos (el de Liverpool, el de los Beatles...) y hoteles... Ah, sí! al fondo hay unos barquitos... Y detrás se ven un par de palacetes que molan mogollón.
En el museo de los Beatles, como es lógico, te encuentras cualquier cosa de.... Elvis Presley: sí, a mí se me quedó la misma cara que a ti. Mira que me gusta poco el de Memphis pero es que había una exposición de la relación entre Elvis y los Beatles... que digo yo dónde está la relación, que los dos cantaban en inglés y poco más. Hay una foto que mola, todos los fans de ellos en la calle Headrow, que es la Gran vía de Leeds.
Bueno, seguimos palante al Albert Dock y a la Galería Tate. El edificio es muy antiguo, probablemente una antigua lonja de pescadores o un almacén. A lo lejos, la gente nos saluda desde una pedazo de noria gigante... no es la de Londres pero no desmerece. Pasamos al lado del museo marítimo de Merseyside (que es el nombre del condado donde está Liverpool) y nos volvemos al meollo de la ciudad.
Hosti tuuuu!!! Están jugando el Everton y el Liverpool, hay un garito llenito de gente viendo el partido: que ganas de meterme dentro con una pinta y animar a los de Anfield. Aquí los partidos en los garitos son... diría distintos, porque te esperas que la banda esté to chuzos y tiraos encima de las mesas, tirando vasos y gritando... y todo lo contrario. Ni animan ni leches: debe ser dentro del campo porque fuera... solo gritan cuando hay un gol o una ocasión clara... Eso sí, te dejan sordo como una tapia. Y de esas boquitas salen unos olores que ríete tú de la cueva de un oso... Madre que horror!!!
Camino a la Cathedral pasamos por el Barrio Chino, el Chinatown vamos, con su entrada en forma de arco chino como en tooodas las ciudades que hemos visitado. Los amarillos están por tos laos. Y por fin llegamos a la última escala de nuestra visita: la Catedral. Tocha, austera y pelín hortera. Vamos, que las nuestras le dan mil vueltas pero entramos a ver... Madre mía con el merchandising (merchandaising en español)... Aquí te venden hasta el cura, que pasada. Venga, dos avemarías rápidos que se va el bus.
Bueno, aquí queda el testimonio de que hemos estado en Liverpool:
https://www.flickr.com/photos/101474328@N07/sets/72157637984546586/
Hasta el próximo viaje, amigos!
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