martes, 24 de septiembre de 2013

Pierre nodoyuna y sus locos autos

Hello again... Hoy os voy a contar la locura del transporte público que tienen por aquí estos colegas. Para empezar, al autobús lo llaman Metro: así, para no confundir a los turistas. Y como no, hay varias compañias: la mas común es la First pero ya os digo hay unas cuantas más. First, como dije, es la más común pero también tiene los autobuses más viejos... Del año de Maricastaña, vamos. En cuanto te metes en ellos parece que retrocedes 50 años atrás: son incómodos y tienen, como diría yo... una pátina del tiempo que navega por ellos: o sea, mierda pa aburrir. La peña tira las latas, los periódicos, la comida... todo, lo que sea, dentro del autobús. Y no solo aquí, por cualquier lado de la ciudad porque estos ingleses serán muy refinados pero tienen las ciudades grandes llenas de mierda... Pero mierda, mierda... Todavía no he visto ni un camión de basura...

Pero volviendo a los buses, lo bueno que tienen es que nada más entrar te puedes coger el periódico y leerlo... Como los que se ponen en la entrada del Metro de Madrid a repartirlos. Y además, también mola que sean de dos pisos, como en Londres.

Y abonos, tienen cuatrocientos tipos. El de una semana, el de un mes, el de tres meses, el combinado con el tren... En fin, un lio. Nosotros al principio nos sacábamos el semanal pero nos hemos cambiado al trimestral que es más económico si eres estudiante... Que por supuesto, lo somos.

Algo muy curioso por estos lares son las marquesinas... Están del revés, quiero decir: lo lógico es que el cristal esté pegado a la acera como en España... Pues no, aquí el cristal está pegado a la carretera por lo que cuando llega el bus, tienes que salir de ella dando la vuelta y colocándote a un lado de la marquesina para subir al autobús: están tontos estos ingleses.


Y como olvidar la simpatía y gracejo de los autobuseros: que alegría, que ganas de ayudar, que simpatía que derrochan...

Luego aparte tienen los autobuses que te sacan de Leeds... Los que te llevan lejos y los que te llevan cerca... Con sus abonos de un dia, un mes, tres meses, ida y vuelta, vuelta abierta... Un Cristo de muy señor mio.

No me puedo ir sin hablar de la exquisita puntualidad británica, por todos conocida... Exquisita cunado la hay porque lo de los autobuses es de traca. En las marquesinas hay relojes que indican cuanto tiempo queda para que llegue tu autobús y cuando llega a cero indica "due"; o sea, que está al caer... Al caer de mis pelotas... Te puede seguir tardando toda una tarde... O se puede adelantar media hora... O no parecer hasta dentro de 20 minutos... Y los conductores tan panchos, no problem. Además de los relojes hay carteles con las horas exactas a las que pasa cada bus: igual, ni uno coincide... En el tiempo que llevamos aquí no ha pasado un solo bus a su hora... Puntuales estos británicos... Mis coj...

Del tren todavía no podemos dar datos porque todavía no lo hemos cogido pero según hemos visto en la web, otro lio garantizado.

Los taxis son muy graciosos porque haberlos haylos, pero no sabes como son... Hemos leido que los que llevan un cartel que pone "Amber" lo son, pero tienen una pinta muy rara. Parecen más un coche de publicidad que un taxi y los que podríamos decir "normales" son más bien escasos. Eso sí, un coche típico, antiguo, clásico inglés muy chulo... Lo único que los diferencia del resto es un cartelito minúsculo que pone "taxi".

Por cierto, el edificio que hay en la izquierda de la foto es nuestra casita.

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